Como ocurre con la mayor parte de las celebraciones en España, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, es una fiesta eminentemente religiosa. No solo en España sino en la mayor parte de países de tradición cristiana, el primero de noviembre es un día en el que se homenajea a los santos, conocidos y desconocidos.
La celebración conmemora la completa santificación de los difuntos que, tras haber superado el purgatorio, han conseguido la visión beatífica y pueden gozar ya de la vida eterna según las creencias cristinas. En este día no se festeja solo por los santos o beatos que forman parte de la lista de canonizados sino por todos aquellos difuntos que no están canonizados, pero ya viven en presencia de Dios.
El 2 de noviembre se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, para recordar a aquellos hermanos de la comunidad que han dejado la vida terranal. Se trata de un complemento al Día de Todos los Santos, pero no se deben confundir.
A esta festividad del 2 de noviembre también se la conoce también como día de los santos difuntos o día de los muertos , pero a su vez esta celebración, no se debe confundir con la celebración tradicional mexicana del Día de Muertos, y que se ha hecho mundialmente conocida a través de la adaptación al cine de la genial Coco. En este día que se celebra también entre el 1 y 2 de noviembre, se realizan numerosos rituales con el fin de honrar a los antepasados.
Puesto que el Día de Todos los Santos es un día festivo en todo el país, este día se suele pasar con la familia. Tradicionalmente se aprovecha esta fecha para llevar flores a nuestros difuntos, pero además, comer un sinfín de dulces típicos gracias a la multiculturalidad que existe dentro España, en cada región tienen tradiciones diferentes.
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